Luciérnaga (larva) lampíridos (Lampyridae) Nyctophila reichii (Luciérnaga mediterránea)

"Esta luciérnaga es la más común en la Península Ibérica.

 Tanto las larvas como los adultos tienen la capacidad de emitir luz en sus últimos segmentos abdominales mediante la oxidación de una proteína llamada luciferina. 

Dicha emisión de luz tiene una función de reconocimiento sexual y aunque la emiten tanto machos como hembras son estas últimas las que emiten luz de forma más frecuente e intensa, ya que son ápteras (no tienen alas) y tienen que atraer a los machos desde el suelo.

 Las larvas de luciérnaga, como la de la imagen, son ávidas devoradoras de caracoles y babosas."

              Nyctophila reichii (Luciérnaga mediterránea)

Las luciérnagas son esos pequeños insectos que se llenan de luz de cuando cae la noche y brillan entre la más absoluta oscuridad.

Luciferina

Las luciérnagas tienen en su abdomen un compuesto orgánico que se llama luciferina. Cuando estos animales respiran, el oxígeno que absorben entra en contacto con la luciferina y se produce una reacción de oxidación que logra el brillo de estos animales. Por tanto, gracias a la luciferina y a la reacción que se produce en el interior de estos animales, las luciérnagas son capaces de generar luz.

Control

Pero esta reacción que producen no es automática, ya que pueden regularla según los intereses que tengan en ese momento. Cuando las luciérnagas ejercen un control determinado sobre el flujo de aire, son capaces de crear una pauta intermitente. Es decir, que su organismo tiene la opción de brillar pero son los propios animales quienes dicen cuándo deben hacerlo o cuándo no.

Objetivo

¿Y por qué quieren brillar las luciérnagas en la oscuridad? Quizá pienses que para iluminar sus alrededores y ver mejor el camino que deben recorrer. No obstante, el fin principal (que no el único) es el siguiente: enamorar y atraer a otras luciérnagas del sexo opuesto. Generalmente son las luciérnagas macho quienes llevan la iniciativa y brillan, de este modo las hembras saben donde se encuentran y, si están interesadas, ellas responden brillando también. Se trata por tanto de un código interno entre estos animales.