Aunque mucha gente piense que los sapos no tienen nada que ver con las ranas más que pertenecer a la misma especie debemos decir que los mismos no solo están fuertemente vinculados a ellas sino que los sapos es el nombre que se le da al género masculino de las ranas.
Por esta razón es que las características son similares y solo difieren en pequeñeces, como por ejemplo la piel, que como hemos explicado en las ranas generalmente es lisa mientras que los sapos tienen todo tipo de imperfecciones, tales como verrugas y arrugas.
Además los sapos son mucho más grandes que las ranas en cuanto a su tamaño y en muchas ocasiones llegan a triplicar tanto el peso como la longitud de su cuerpo, a su vez existen distintos tipos en su especie como por ejemplo los sapos gigantes y los sapos venenosos. En cuanto al carácter debemos decir que los sapos son muy diferentes a las ranas, de hecho, una de las características principales radica en que suelen acercarse a la gente, y no son ariscos, por lo que debemos tener en cuenta que son excelentes mascotas, ya que aunque no son compañeros ni tampoco son demasiado cariñosos, a diferencia de las ranas, los sapos no tienen problema en ser sacados de su ambiente si su amo los quiere agarrar. Es importante que tengamos en cuenta el hecho de que los sapos necesitan también un hábitat el cual se asemeje a su hábitat natural ya que como hemos mencionado anteriormente, estos animales gustan mucho de estar en libertad y el cautiverio puede hacer que se depriman y terminen muriendo.
Por eso debemos prestar especial atención en el armado del hábitat teniendo en cuenta que las tiendas de mascotas nos ofrecen todo tipo de accesorios para mantener este tipo de animales por eso es importante también que averigüemos acerca de todo lo que necesitamos para poder darle a nuestra mascota un hogar adecuado en donde se sienta cómodo y bien.
Algo muy peculiar que suelen hacer los sapos es que se meten en los jardines de las casas aledañas, y en este caso podemos optar por capturarlos y llevarlos a algún lugar silvestre en donde se sientan cómodos, o bien podemos dejarlo en nuestro jardín. Debemos tener en cuenta que esto puede ser algo muy beneficioso ya que los sapos al igual que las ranas se alimentan de todo tipo de insectos y generalmente esto ayuda mucho al mantenimiento del jardín teniendo en cuenta que consumen todos aquellos insectos que pueden resultar molestos como las moscas, los mosquitos y algunos moscardones que pueden resultar muy malignos para nuestras plantas. Por eso es importante que tengamos en cuenta el hecho de que muchas veces tener un sapo en nuestro jardín puede resultar algo muy beneficioso. Además no necesitan ningún tipo de mantenimiento ni cuidado especial teniendo en cuenta que se buscan su lugar en el jardín y se alimentan como decíamos de los insectos que cazan.
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